V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: REYES QUE VENÍS POR ELLAS
Reyes que venís por ellas, no busquéis estrellas ya, porque donde el sol está no tienen luz las estrellas.
Mirando sus luces bellas, no sigáis la vuestra ya, porque donde el sol está no
tienen luz las estrellas.
Aquí parad, que aquí está quien luz a los cielos da: Dios es el puerto más cierto, y si habéis hallado puerto no busquéis estrellas ya.
No
busquéis la estrella ahora: que su luz ha oscurecido este Sol recién nacido en esta Virgen Aurora.
Ya no hallaréis luz en ellas, el Niño os alumbra ya, porque donde el sol está no
tienen luz las estrellas.
Aunque eclipsarse pretende, no reparéis en su llanto, porque nunca llueve tanto como cuando el sol se enciende.
Aquellas lágrimas bellas la estrella oscurecen ya, porque
donde el sol está no tienen luz las estrellas. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Aguardamos la alegre esperanza, la aparición gloriosa de nuestro salvador.
Salmo 61 - DIOS, ÚNICA ESPERANZA DEL JUSTO.
Sólo en Dios descansa mi alma, porque de él viene mi salvación; sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré.
¿Hasta cuándo
arremeteréis contra un hombre todos juntos, para derribarlo como a una pared que cede o a una tapia ruinosa?
Sólo piensan en derribarme de mi altura, y se complacen en la mentira: con la boca bendicen, con
el corazón maldicen.
Descansa sólo en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza; sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré.
De Dios viene
mi salvación y mi gloria, él es mi roca firme, Dios es mi refugio.
Pueblo suyo, confiad en él, desahogad ante él vuestro corazón, que Dios es nuestro refugio.
Los hombres no son
más que un soplo, los nobles son apariencia: todos juntos en la balanza subirían más leves que un soplo.
No confiéis en la opresión, no pongáis ilusiones en el robo; y aunque
crezcan vuestras riquezas, no les deis el corazón.
Dios ha dicho una cosa, y dos cosas que he escuchado:
«Que Dios tiene el poder y el Señor tiene la gracia; que tú pagas a cada uno según
sus obras.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aguardamos la alegre esperanza, la aparición gloriosa de nuestro salvador.
Ant 2. Que Dios ilumine su rostro sobre nosotros y nos bendiga.
Salmo 66 - QUE TODOS LOS PUEBLOS ALABEN AL SEÑOR.
El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación.
¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te
alaben.
Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra.
¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos, que todos los
pueblos te alaben.
La tierra ha dado su fruto, nos bendice el Señor, nuestro Dios. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Que Dios ilumine su rostro sobre nosotros y nos bendiga.
Ant 3. Todo fue creado por él y para él.
Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya
sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible, primogénito de toda creatura; pues por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y
terrestres, visibles e invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él. Él es también la
cabeza del cuerpo de la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud. Y por él quiso
reconciliar consigo todas las cosas: haciendo la paz por la sangre de su cruz con todos los seres, así del cielo como de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Todo fue creado por él y para él.
LECTURA BREVE Ef 2, 3b-5
Eramos por nuestro natural hijos de cólera, como los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos por nuestros pecados, nos vivificó con
Cristo —por pura gracia habéis sido salvados—.
RESPONSORIO BREVE
V. Será la bendición de todos los pueblos.
R. Será la bendición de todos los pueblos.
V. Lo proclamarán dichoso todas las razas de la tierra.
R. Todos los pueblos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Será la bendición de todos los pueblos.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant.
Oh Cristo, luz de luz, tú te manifestaste a los magos y ellos te presentaron sus dones. Aleluya.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el
Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba
del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia —como lo
había prometido a nuestros padres— en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant.
Oh Cristo, luz de luz, tú te manifestaste a los magos y ellos te presentaron sus dones. Aleluya.
PRECES
Unidos a los cristianos del mundo entero, oremos y glorifiquemos al Señor, diciendo:
Escucha, Padre santo, la oración de tus hijos.
Manifiéstate, Señor, a los hombres que te buscan, como a Dios
escondido, en las diversas religiones, ideologías o en los vestigios que de ti encuentran en la creación; haz que todos ellos lleguen al conocimiento de Cristo y sean iluminados por su Evangelio.
Contempla con amor a
los que te adoran como a su único Dios verdadero y te esperan como al juez universal del último día; que siempre vean en ti a su amigo y protector.
Acuérdate de todos aquellos a quienes constantemente
das la vida, la luz y todos los bienes; que nunca, Señor, se vean alejados de ti.
Manda a tus ángeles para que velen sobre los que están de viaje y líbralos de la muerte imprevista y repentina.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que manifestaste tu verdad en esta vida a nuestros hermanos difuntos, concédeles llegar a tu reino a contemplar tu inefable belleza.
Como Jesucristo, también nosotros somos hijos
de Dios; por eso con él nos atrevemos a decir:
Padre nuestro...
ORACION
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo tomara nuestra misma carne mortal para manifestarse a los hombres, haz que al contemplarte exteriormente igual a nosotros, nos vayamos transformando interiormente a imagen de él. Él, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.